Inés concibió esta escultura después de poner en marcha junto a su esposo Oscar, una organización sin fines de lucro para la prevención y promoción de la salud de los niños y niñas. Ambas figuras se apoyan entre sí mientras dirigen su mirada hacia lo alto, hacia su futuro. La escultura representa la confianza de Inés en los beneficios que aportan a la salud la educación y el apoyo mutuo.