“Esta pieza surgió frente a una imagen en la revista Quid argentina y el título que la acompañaba:¨Libertad, el grito sagrado¨. Al verla, Inés recordó una tarde de vacaciones en México donde los clavadistas se arrojaban al mar uno tras otro desde lo alto de una montaña, y se decidió a modelar la obra evocando a esos hombres que tomaban vuelo con plena confianza en sus capacidades con la libertad de trascender hacia lo desconocido.”